SEXTA
PREGUNTA Y RESPUESTA:
Alfredo:
¿Qué
podemos decir a quienes atribuyen la
creación del Universo a la casualidad?
El
Escriba:
¡La casualidad! ¿Quién es esa?
Me deja perplejo la
escasa voluntad de saber,
de quienes
tan alegremente atribuyen la creación del Universo a la casualidad.
Resulta más fácil
para mí
dar certeza razonable
de la
realidad que es DIOS, que
probar que la tal casualidad
sea capaz
de hacer
ninguna cosa por sí misma.
Pero
esto
tiene explicación.
Quienes
atribuyen
a la
casualidad su propia existencia,
son como
los niños,
que saben disfrutar de todas
las cosas,
sin preguntarse de
dónde vienen.
Quien
ha proyectado el
Tiempo del Universo y la materialización
del Espacio
demuestra un poder,
una fuerza
y una
imaginación infinitas.
Jamás se ha visto repetido ni
un solo
instante del
Tiempo, cada instante nos muestra una Realidad única, que se ve
renovada al instante siguiente,
una Realidad
siempre nueva, siempre novedosa, siempre cambiante.
Ni un solo amanecer,
ni un
solo atardecer, ni
un solo
anochecer, ni uno solo, de todos los días transcurridos
desde el
mismo principio
del Tiempo,
nadie ha
podido verlo, jamás, repetido.
Nuestras propias vidas
se ven
renovadas, en una sucesión de
instantes irrepetibles que van alimentando y construyendo nuestra memoria.
La conciencia de quién
somos, depende de nuestra
memoria, somos únicos, distintos, como
nuestras
memorias.
Somos Memoria con
cabeza,
tronco
y extremidades.
Memorias construidas a
base de
instantes, movimientos, que
van cambiando
el Espacio
a
una velocidad siempre constante, como
un viaje
de dirección
única, siempre hacia delante,
un camino
sin retorno.
El
Tiempo va formando la memoria
de todos
nosotros,
una memoria
única para
cada uno, una memoria creciente,
expansiva, que nos va enseñando,
dándonos conciencia de la Realidad que
somos y
preparándonos para la Realidad
que llegaremos a ser.
Somos
memoria en construcción, memoria
que nos
da identidad y
crecemos, sumando memoria.
El
Tiempo nos va construyendo
la memoria
y nuestra memoria
nos va
revelando quién somos en verdad. No
somos ya
los niños
de ayer,
ni somos
quienes creemos ser en el hoy, nuestra identidad está en nuestra
memoria y nuestra memoria
está
en constante desarrollo alimentada
por el
Tiempo.
Somos Atención
o Libre
Albedrío
Somos Razón
o memoria
del Espacio
Somos Voluntad o memoria del
Tiempo.
Al
final del
Tiempo Universal conoceremos la perfección final
del Universo,
construida
paso a paso desde una partícula ínfima, inmaterial...
También
al final
del Tiempo
conoceremos nuestra propia perfección individual
y recordaremos, paso a paso, el
orden de
su construcción.
La memoria del Tiempo,
la memoria
de nuestra Voluntad no
es material, no
es visible, es inmortal. Podemos
perder nuestra cabeza, tronco
y extremidades, pero
no nuestra memoria del Tiempo,
nuestra
Voluntad,
nuestra
Inmortalidad.
Cada
uno de nosotros es original, irrepetible.
Nuestra conciencia de
la Realidad
que todos
compartimos, es propia, personal,
única, como nuestra memoria.
Somos fragmentos de DIOS.
Somos fragmentos de su Memoria.
Como cada partícula, átomo, molécula,
célula y órgano tienen lugar
y función
en nuestro cuerpo, así, nosotros
tenemos lugar y función en
la Humanidad,
como la
Humanidad tiene su lugar
y función
en el
Universo y como el Universo
tiene su
lugar y función en DIOS. La
Unidad MAYOR que contiene todas
las unidades
menores, desde la más pequeña de
las partículas.
Quienes
atribuyen
la creación
del Universo
y su
propia existencia a la Casualidad no
son las voluntades más
viejas, siempre sedientas de
VERDAD,
son las
voluntades
más jóvenes ávidas de nuevas
sensaciones, nuevas emociones y nuevos
ideales, que tienen su lugar
en este mundo,
donde la
Atención, el libre Albedrío,
aprende a decir SÍ y a decir NO,
esto
es, a
discernir entre lo que
acaba bien
y lo
que acaba
mal.
No es
malo equivocarse
cuando se está aprendiendo,
es normal
y necesario.
¿Cómo podríamos evitar el
error,
si no
se nos
diera oportunidad de
conocerlo primero?
¿Cómo apreciar
la inmortalidad sin
conocer, antes, la muerte?
¿Cómo renunciar
a hacer
lo malo
si no
se nos
permitiera
hacerlo,
recrearlo, inventarlo,
desde la
Libertad?
Todo
está
previsto en la memoria
que es
el Tiempo,
creemos que el mal
es obra
de Dios, pero en realidad es
obra nuestra, de nuestro libre
Albedrío, porque
siendo libres, tenemos la
oportunidad
de decir
Sí y No.
La voluntad joven
dice Sí
a toda
experiencia que sea posible,
sin considerar
las consecuencias.
La voluntad vieja
dice No
a toda
experiencia de consecuencias negativas
para sí
misma o
para los
demás.
Es
el Tiempo
quien nos
está
enseñando nuestro poder y
la mejor
forma de
darle uso
y disfrute.
Así
son las
cosas, es el orden del
Tiempo y no podemos cambiarlo,
pero si
que podemos y podremos siempre, recordarlo.
No podemos
forzar a nadie, no es
bueno, en el camino de
la perfección.
Como no podemos forzar
a una
fruta
para que,
de repente, nos
muestre
su dulzura,
cuando todavía está verde, inmadura.
Dejemos por tanto madurar a las voluntades jóvenes, siendo pacientes y comprensivos con ellas, como
lo fueron
con nosotros las
voluntades
más viejas, que nos mostraron el camino
con su
propio ejemplo de vida.
No perturbemos el
sueño de
la juventud de
la Voluntad, que
desde la
inocencia ha de llegar a ser fuente inagotable de
Amor y
Saber.
Seamos
generosos permitiendo a la joven voluntad soñar
que es
la casualidad
la madre de todo, que el
Universo nace de una partícula ínfima de
densidad infinita que pesa tanto como
el Universo,
que las
especies son obra del azar
y que
los monos
serán hombres y los hombres serán
mutantes con
super-poderes
por obra
y gracia
de la evolución casual. Que sólo
hay una
vida y
que debemos
disfrutarla antes de
su inevitable final y bailar
mucho “pa que nadie nos quite lo bailao”.
Seamos
comprensivos, tolerantes y pacientes con
la juventud. No
queramos robarle su propio tiempo a la
INOCENCIA.
No obstante,
para los
que quieran
saber el
origen de todas las cosas
con lugar
y función en el Universo,
así como
el origen
del propio
Universo, ya hemos dicho que la
partícula
que lo origina es inmaterial,
que no
contiene
la energía de
todo el
Universo, lo que contiene, en realidad, es la Memoria
de todo
el Universo
y esta memoria no
pesa en
absoluto.
Esta es
la Partícula con el
menor
campo magnético
y el mayor campo
eléctrico del
Universo.
Hemos dicho que la
velocidad de esta Partícula es
tan alta que
ninguna partícula que aparece posteriormente,
ni siquiera
la luz,
podría
penetrarla
y reflejarse en
ella.
La ciencia aun no
ha podido
concebir que hay una velocidad
infinitamente
superior a la de la luz, y
por ello
cree que
la densidad
de esta partícula es
infinita, cuando
no cuenta su densidad, sino
su velocidad.
La Luz necesita
tiempo para moverse, pero esta Partícula es
tan veloz
que no
necesita tiempo
para estar en
un sitio o en otro, no
necesita tiempo para desplazarse, de hecho,
la
partícula es anterior
al Tiempo
y el
Tiempo anterior al Espacio.
Esta Partícula está en el origen
mismo del
Tiempo, es decir, es ella
quien proyecta el Tiempo del
Universo. Un camino de energía, invisible,
que seguirá
el Espacio
en su desarrollo
a una
velocidad constante, que
es la
velocidad de la luz.
Esto
es decir que
el espacio Universal no se
materializa en
Tres Dimensiones desde la
nada.
Antes que
el Espacio
se haga
visible, material, ya está proyectado en
luz, en
Tiempo. Esto es, la tercera Dimensión
del Universo,
se eleva
o se
construye
sobre la
primera y segunda Dimensión
del propio
Universo. Estas dos primeras
dimensiones, largo y ancho, resultan ser invisibles,
de modo
que, hay mucha
Energía
en el
Universo
que no podemos ver, porque no es
materia
sino Luz.
Una alineación de partículas, de
una sola
Dimensión, formando una línea interminable, que
sigue un
movimiento en Espiral, sin
marcha atrás, proyecta
la primera y segunda Dimensión del Universo,
que es
su largo
y su
ancho.
De modo que, cuando
el Universo
se materializa, lo
hace sobre
estas
dos dimensiones previas y lo que en
realidad se materializa, es
el alto, la
tercera Dimensión del Espacio.
Esta proyección
previa del Universo que realiza
la Partícula Original al
proyectar su propia memoria a
una velocidad
sin Tiempo,
da lugar
al nacimiento del
propio Tiempo.
Es
un mar
de energía, de
partículas
perfectamente
ordenadas, con enlace electromagnético,
sobre el
que se
irá materializando el
Universo que podemos ver.
Este mar
de energía que
puede detectarse
al fondo
del espacio,
debe ser
la radiación que la Ciencia detecta e interpreta como
efecto del
Big Bang,
que, como
ya hemos razonado no es explosión sino
PROYECCIÓN.
Sin
Tiempo, las partículas no
podrían
desplazarse a ninguna velocidad.
Es
necesario que exista el
Tiempo para que las partículas que
representan la Luz puedan moverse por él.
Sin Tiempo
no habría movimiento de partículas.
Sin Tiempo
nos quedaríamos parados
en un
instante,
sin poder
movernos hacia el instante siguiente,
sin Tiempo,
el Espacio
dejaría
de crecer.
Tiempo y
Movimiento
Tiempo y
Velocidad
Momento
y Movimiento.
Preguntemos
a la
Casualidad,
si son
dos cosas
diferentes o una sola
y misma
cosa.
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Otro
motivo
de reflexión, para
quienes creen que venimos de
la nada,
que somos
hijos de la casualidad.
Cualquiera que observe el
desarrollo de un feto puede pensar
que la
casualidad dirige tal desarrollo.
Sin
embargo, el desarrollo del espacio
que es
el feto, sigue
fielmente los movimientos proyectados en
la memoria
codificada
del espermatozoide,
¡Una Memoria
con presencia
física!
Antes que
el Espacio, Es
el Tiempo.
Antes que
la materia, Es
la Luz.
Cualquiera puede atribuir
a la
casualidad el desarrollo de un
árbol, sin embargo, se limita a
seguir lo que está proyectado
en la
memoria que es la semilla.
Como todo, la semilla
tiene dos
caras, es visible e invisible,
una cara
es su
presencia física, la otra es su
memoria.
La semilla,
es pues,
una memoria
con presencia
física.
Será esta Memoria
quién dirija
el desarrollo
del árbol,
y desde luego,
la semilla
no pesa
igual que
el árbol.
En
cuanto
al Universo,
la energía que
contiene
la Partícula Original,
es su
memoria y la memoria es Luz, es
eléctrica
e invisible,
como el
Tiempo.
No pesa en absoluto,
pero resulta ser determinante en el
desarrollo del Espacio.
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Otra
reflexión
para la
casualidad...
Enseñamos
a los
niños en
la escuela
que la
energía
del Universo,
ni se
crea ni
se destruye, tan sólo se
trasforma.
Dando a entender
que en
el Universo
no hay
más energía que
la que
hay.
Que
la partícula ínfima de
densidad infinita que
da origen
al Universo
pesa tanto como el
Universo actual.
¿Es esto
razonable?
Cuando resulta que
la energía de la Partícula original,
es decir,
su memoria,
no pesa
igual que el Universo. En
realidad no pesa nada, la
memoria es Luz.
La realidad
es que
el Universo
está
creciendo.
Crece como
un feto, en
todas direcciones
Ocupando más
y más
espacio propio.
¿Crece o
no crece
el Universo?
La
reflexión
fundamental es:
¿De qué
naturaleza es
la energía
que hace
crecer el universo?
¿De dónde
procede esta
energía?
¿Qué energía
es esta
que parece
surgir de
una fuente
invisible
cuya existencia parece
imposible?
¿Qué energía
puede
ser, que resulta inagotable,
en tanto que,
alimenta
nuestra vida y la
de todo
el Universo?
Si
buscamos una energía que
alimente un desarrollo sostenible, esta Energía que hace crecer
el Universo,
supera con creces la mayor
de las
expectativas, porque
partiendo de uno
puede multiplicarse sin
fin.
La Energía soñada
por el
mayor de
los soñadores
ha de
ser esta. Una
Energía
que puedes darla sin límite,
que puedes
darla sin
perderla.
Una Energía que
crece a
medida que se entrega,
se duplica,
se cuadruplica,
se multiplica.
Dándola una vez, se
duplica. Dándola dos veces se
cuadruplica. Si la das muchas
veces se multiplica por
tantas
veces como
la desee.
¿Puede existir una
Energía
de tal
naturaleza?
Si
la Casualidad
nos dice
que tal
Energía
es un
sueño imposible,
es porque
ella no
puede ser la causa de
esta
energía.
Tal Energía existe,
hace crecer el Universo y también nos ayuda
a crecer
individualmente a todos y
cada uno,
y a
todas y
cada una de las especies que habitamos el Planeta.
Esta Energía es motor de
desarrollo exponencial
desde
uno hasta infinito.
El
verdadero sueño de la Energía ilimitada, cobra
significado
al comprender
que la
Energía que nos hace
crecer a todos, que todos
podemos entregar sin perderla
¡ES... M E M O R I A!
El Universo
se alimenta de
Energía
y esta Energía es Memoria.
En el Universo, la
Energía,
la Memoria, tiene presencia propia.
Creemos que somos
seres materiales con
memoria,
Cuando en realidad
es que, somos memoria con presencia
material.
Somos libre
Albedrío, con memoria y
presencia física.
¡La vida se alimenta con
Memoria!
Es el
Tiempo la fuente de nuestra
energía, la
fuente de
nuestra Memoria
Qué sería
nuestra vida, sin Memoria.
¿Cómo
puede
la memoria,
que es
energía eléctrica,
ordenada,
invisible, convertirse
en energía
magnética, visible?
Esta es la cuestión que
cabe reflexionar o
dicho de
otro
modo:
¿Cómo puede el
Tiempo convertirse en
Espacio?
La Luz
en materia.
¿Tiene
esta respuesta la Casualidad?
Aún
más:
¿Por qué
puede
duplicarse una célula?
¿Qué consigue
al duplicarse?
¿Cómo
puede
el Uno
dar lugar al Dos?
Casualidad: No es la
respuesta.
Fin
de la
respuesta.
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